viernes, 9 de marzo de 2012

Inicios de la moda



La moda es una disciplina que existe desde tiempos inmemoriales. Es una de esas cosas que parece haber estado siempre presente en las sociedades civilizadas porque, para nosotros, ¿cómo sería posible haber vivido en sociedad sin vestirnos? Y la verdad es que la moda se remonta a la época de la civilización egipcia, donde se utilizaban telas y joyas para adornar los cuerpos de los faraones, y se creaban prendas útiles para proteger la piel de los campesinos que trabajaban de sol a sol.


Explicaros toda la historia de la moda ocuparía muchísimas páginas, así que, para que tengáis unas nociones básicas, la mejor manera es hacer un breve repaso de los personajes y los estilos que han marcado cada era. En definitiva, una historia con nombres propios. 



Siglo XIV

El Renacimiento italiano(capa corta y sin capucha), el birrete, el sombrero con plumas y los zapatos de punta roma y ancha. Las mujeres también llevaban sus bullones y acuchillados pero en las mangas, y su gorguera rizada, además de las faldas y sobrefaldas, jubones y corpiños, capas o mantos rozagantes y su cofia para la cabeza. A partir de la segunda mitad del siglo, la creciente importancia de la monarquía española, impone en Europa el estilo de la corte del emperador Carlos I de España, un estilo de gran sobriedad, caracterizado por el uso de colores oscuros y prendas ceñidas, sin arrugas ni pliegues y aspecto rígido, sobre todo en las mujeres en las que se impone el uso del verdugado. En el borde superior de la camisa se usa un cordón que dará lugar a la gorguera o lechuguilla.



Siglo XVII

En esta época domina la moda francesa tanto en hombres como en mujeres. Se utilizaban los calzones cortos con medias de seda, chupa y casaca que, a mediados del siglo, se vuelve más reducida y con pliegues laterales hacia atrás y mangas estrechas. Con la caída de la dinastía francesa vuelve el traje simple y se llevan calzones ajustados hasta media pierna, chaleco, corbata y casaca, faldones con cuello alto y vuelo, pelucas empolvadas y rematadas por un lazo, incluso sombreros de tres o dos picos. Después de la revolución, se deja el cabello largo y liso, sombreros de copa alta cónica o en tubo, con alas cortas y más tarde zapatos con tacón de color al que se añaden lazos o hebillas y botas altas con vueltas. La mujer viste con painers o verdugados anchos y aplastados en los dos frentes, corpiño acorsetado y escote con gasas o encajes. Polonesas, batas con cuello de encaje y manga larga. Junto con la revolución desaparece el vuelo de la falda y se imita a las vestiduras clásicas: talle alto, chaquetilla corta con manga larga, falda con pliegues, grandes escotes, chales y guantes largos. 






Siglo XVIII
María Antonieta, el reinado de la moda. Aunque la moda había existido desde varios siglos antes, el punto de partida para la moda, tal y como la concebimos hoy, viene de la mano de la gran María Antonieta y su corte. 
la clase social a la que uno pertenecía—, para convertirse en un asunto de palacio. La indumentaria de la época era muy vistosa, pero poco práctica: los vestidos podían llegar a pesar kilos, los tocados podían tener hasta un metro de altura y los corsés oprimían de tal manera las cinturas, que durante los meses de verano las damas solían desmayarse. 
Era la época del lujo, del exceso, del despilfarro y, en la corte, todos imitaban lo que María Antonieta lucía: podríamos decir de ella que era una creadora de tendencias. Sin embargo, el esplendor de su reinado y de su vestimenta duró poco. 




Siglo XIX 


  • Primera mitad del siglo XIX: Georges Brummell, el primer Dandi.
Hasta este momento, los hombres habían ocupado un lugar muy secundario en el juego de la moda. Las mujeres, que disponían de mucho tiempo libre al ocupar un segundo plano en la vida laboral, dedicaban su tiempo a mimarse y a gastar el dinero de los hombres en vestidos y tocados (cosa que, para ellos, resultaba perfecta pues así dejaban claro su estatus social). 

  • Segunda mitad del siglo XIX: Charles Frederic Worth y la alta costura.

A partir de 1857, el mundo de la moda cambia radicalmente y empieza a desarrollarse tal y como lo conocemos hoy en día. Hasta este momento los modistos se desplazaban a las casas de sus clientas para confeccionarles las prendas de ropa a medida, pero Worth decide cambiar las tornas y hacer que las clientas se desplacen a su maison para observar las colecciones que crea anualmente. Es el primero en organizar desfiles en su casa de moda, el primero en coser una etiqueta con su nombre en una prenda de ropa y el primero en entender la moda como un elemento social importantísimo. 


Siglo XX


 La nueva era de la moda. 





En 1906 se produjo un cambio importante en el mundo de la moda. La mujer no era más que un objeto y tenía que soportar las penurias e incomodidades de unas prendas poco prácticas. Se inicia en esta época un movimiento de liberación del cuerpo de la mujer capitaneado por Paul Poiret, diseñador de la época, que estaba a favor de abandonar el uso del corsé. Pero esto no llega a cuajar pues la sociedad se ve sacudida por el estallido de la primera Guerra Mundial. Las mujeres deben integrarse en el mundo laboral mientras los hombres están en el frente, así que ellas adoptan las prendas masculinas por su confort. Se enfundan en vestidos rectos que disimulan totalmente los rasgos femeninos, para conseguir, en cierto modo, ocupar el puesto de los hombres en la sociedad.

jueves, 8 de marzo de 2012

Comienzo de la moda 1900

"Silueta S"

Dos periodos 1910


En esta década se distinguen dos periodos:


  • El primero hasta comienzos de la Primera Guerra Mundial se caracteriza por ser el apéndice de la moda recargada propia de la Belle Époque, así como por la aparición de una silueta que tiende hacia la verticalidad en la mujer (se ponen de moda los corsés rectos y largos y las faldas con poco vuelo y acompañadas de una sobrefalda) y al orientalismo.
    • El segundo abarca todo el conflicto antes citado y se caracteriza por la aparición de modas mucho más cómodas para la mujer (faldas con vuelo que se acortan hasta casi media pantorrilla y cuerpos mucho más amplios), debido al hecho de que éstas tenían que suplir la falta de mano de obra masculina en los puestos que estos antes ocupaban. Como causa de esta comodidad en el vestir, tenemos la moda andrógina propia de los años veinte.


El Look 1920



"Chicas modernas"



Para considerarse chicas modernas, las mujeres debían lucir el corte a lo chico, pero los hombres no aceptaban esta moda. Este corte podía llevarse tanto con el cabello lacio u ondulado, algunas lo adornaban con una cinta en la frente. Durante la época de posguerra se sigue manteniendo esta indumentaria aunque, hacia 1925, se empiezan a acortar las faldas y a llevar siluetas mucho más femeninas.



La Belleza 1930

El 'look'




La mujer debía ser delgada, femenina, con aspecto atlético y cuidado. Lucir la piel morena era una premisa. Se priorizaba la belleza interior y por eso llevar una vida natural era la mejor opción. A partir de los años 30 y hasta el inicio de la segunda Guerra Mundial, las mujeres lucirán todo su esplendor. Las divas de Hollywood son las nuevas musas. El corsé cae en desuso y la mujer deja al descubierto sus curvas naturales gracias a la maestría de Madeleine Vionnet que, con su corte al bies, crea vestidos vaporosos que envuelven el cuerpo de la mujer sin oprimirlo. Otra de las grandes figuras de la época es Gabrielle “Coco” Chanel que, con su particular manera de ver el mundo, revolucionaría la indumentaria femenina defendiendo, ante todo, la comodidad y la elegancia como iconos de estilo.




Las Mujeres 1940


"Christian Dior sensualidad y elegancia a la mujer"



Una década en donde a las mujeres se les exigía que no se abandonaran, que fueran competentes en el trabajo y muy enérgicas pero sin dejar la parte femenina de lado y en la vida privada sumamente comprensivas. En 1943 volvió el esplendor, triunfó el nuevo 'look' de Cristian Dior. Otra vez se vuelve a forzar la silueta con una cintura estrecha y tomaron volúmenes sus hombros y pechos. Se aumentó el vuelo de sus faldas pero se mantenían por debajo de sus rodillas. Comenzó el culto por la belleza porque las mujeres estaban hartas del estilo masculino; las curvas eran el nuevo símbolo de la belleza femenina. Los zapatos se estilizaron haciéndolos más puntiagudos, usaban abrigos de paño, bolsitos al codo y los más elegantes sombreros.